De Cháchara y Des Tapa2

Para ésta entrada no continuamos en lo que ya viene siendo una tradición en des-tapar lugares de nuestra querida ciudad... bueno, no exactamente. Nos trasladamos a Alcobendas, un pueblo (casi ciudad) del norte de Madrid, concretamente en la calle Palestina 8 esquina con el paseo de Valdelasfuentes.

Nos encontramos con un pequeño local, de decoración moderno e industria y en el que nada más entrar te recibe un ambiente frío pero enseguida se corrige por la amabilidad del camarero, ¿un poco excesiva quizá?. A lo largo de la entrada lo comprobaremos. Des-Tapa2 en ¡De Cháchara!

Apenas tienen capacidad para 10 mesas, y cuando llegamos sólo estaban ocupadas un par de ellas a pesar de la hora que era, pero eso no fue impedimento para que nos sentaran en la mesa más fría del local por las corrientes de la puerta de la calle y de la cocina (como es de costumbre y siempre nos pasa); la era polar no fue nada comparado con aquello.

Enseguida tomaron nota de las bebidas y nos dejaron un tiempo para decidir que pedir, no sin antes darnos algunas recomendaciones sobre la carta al percatarse que era la primera vez en el lugar; es de agradecer, pero comenzaba a rayar la pesadez de la atención recibida por el "madel-man" venido a menos.

Como es habitual, decidir se convierte en un camino de indecisiones en el que la carta da más vueltas que un disco chino en manos de Enrique y Ana; también la peculiaridad de algunos de los nombres de los platos no ayuda demasiado (una cosa es ser original, otra intentar ser pretencioso y quedarse en el proceso). Cuando ya estamos dispuestos a pedir, uno de los platos nos informan muy atentamente que no está disponible... ¡¡¡otra vez la indecisión para cambiarlo!!!

Mientras tanto nos sirvieron de aperitivo unos pimientos de padrón que como se suele decir, unos pican y otros non... , en éste caso: non. Buen producto, correctamente cocinado y en su punto de sal. 

Ordenamos los platos y no tenemos que esperar demasiado para comenzar con el primero: Patatas Bravas "De Cháchara", presentación original de "La Patata" en un bloque rectangular de pasta de patata cocido y posteriormente frito, siguiendo la receta original de las bravas; pero hasta ahí la receta, la salsa ni es brava ni casi es salsa, sin un ligero regusto al sabor que se podía  esperar, además de hacerse un tanto pesado; igual o más de pesado que el camarero (me viene a la cabeza aquella canción de Mecano, pero no por pensar en el pasado, si no por la insistencia en la originalidad de sus bravas... , que sí, es original, pero si el sabor no acompaña, mal vamos).

Seguimos con unos Raviolis crujientes de morcilla con confitura de manzana asada, ahí es nada el nombre, ocupa más que el plato mismo. La intención es buena, con una presentación correcta, pero el tratamiento de la pasta ¿filo podría ser? opacaba el resultado final, demasiado grasiento y se notaba el sabor de otros platos ¡malditas freidoras!

Sin terminar el anterior nos sirvieron el otro principal: Brandada de bacalao con crujientes de la tierra, no se queda demasiado atrás en el nombre, pero en esta ocasión el plato si alcanza unos mínimos de sabor aunque los crujientes no lo estuvieran como podríamos esperar, y la excesiva atención del camarero morcilla (aclaro, no es un crítica, solo una mera observación al atuendo tres tallas menos de lo que debería llevar en un afán de mostrar las horas y horas en el gimnasio y los resultados de los batidos de proteínas que no hacen nada pero hinchan) desmerecían el resultado final del plato. 

No acabamos con postre, el frío comenzaba a causar estragos en nuestras falanges y la manifestación de pingüinos comenzaba a amenazar con derribar el local, así que pedimos la cuenta no sin antes tener que aguantar de nuevo las manifestaciones corporales y excesivas muestras de atención. Reconozco que somos un poco especialitos, pero una cosa es ser amable y atento, y otra muy distinta es traspasar la línea de la confianza. 

Desde luego que el nombre De Cháchara le viene que ni al pelo, tanto por el uso de la sin hueso de su personal como por lo que darán que hablar sus platos con ínfulas pretenciosas. Tienen buena intención y la disposición es correcta, pero les falta por pulir varios detalles para destacar sobre la estupenda oferta que encuentras en los alrededores a un precio más comedido y con mejores resultados finales.