Des_Tapa2 en Yokaloka! No esta Yoka, y tampoco esta Loka!!!
Continuamos nuestra aventura por Madrid, concretamente en el mercado de Antón Martín (no confundir con el de San Antón, aquí el que suscribe hubiera ido una y mil veces sin encontrar el destino que tenemos preparado).
Es un local del mercado que mi compañero de aventura cree que se encuentra en la primera planta, ¿o era en la segunda?, ¿quizá en el bajo?; dimos bastantes vueltas hasta encontrarlo, mareados de tanta subida y bajada (incluida búsqueda de aquel baño - zulo, que parecía sacado de una película de espías rusos de serie B), hasta darnos de bruces con el puesto que tienen las preparaciones para llevar (ahí nuestra cara no era un poema, era la divina comedia en versión extendida y con comentarios del director).
Tras volver a consultar en internet (adorado Google), vimos que tenía que estar ahí y sólo era cuestión de activar el instinto detectivesco para por fin encontrar el local que andábamos buscando... que resulta estar a tan solo cuatro pasos a la derecha de donde nos encontramos (ainsss cabezas lokas).
¡¡¡¡Des-Tapamos y destripamos a YoKaLoKa!!!!
Una vez localizado dimos un rodeo para elegir donde queríamos sentarnos, y así poder contagiarnos del ambiente "oriental" que sugieren las mesas interiores; ya casi sentados en la mesa apareció tras una bomba de humo (aun no se como se materializo en ese espacio tan reducido) el que sería nuestro camarero inicial, para "obligarnos" a sentarnos fuera porque las mesas estaban reservadas para cuatro. ¡Señor mío!, el local está vacío; cierto que después se lleno; y hay formas y formas de decirlo, si no quieres que se ocupen las mesas por dos, uno, o dos y medio, informad previamente o bien estar al tanto de la llegada de los clientes para recomendarles los sitios donde pueden sentarse.
Comenzamos cantando para bingo y mal, si la primera sensación fue así, el resto se podría convertir en una pesadilla... ; o no.
Ya sentados en la barra exterior que rodea todo el local, sin sitio para dejar los abrigos, ni siquiera un gancho debajo de la misma barra; nos entregó la carta y encargamos las bebidas, sin ni siquiera realizarnos alguna sugerencia o preguntarnos si se trata de nuestra primera visita. Es cierto que ahora en Madrid hay gran variedad de establecimientos orientales, comida fusión, y demás variedades a las que estamos muy acostumbrados; pero es de agradecer recibir sugerencias sobre la carta o indicar que están disponibles para cualquier tipo de aclaración.
Miramos la carta de arriba abajo, del derecho y del revés, hasta de medio lado! dudando sobre que elegir o no elegir; platos ya conocidos y otros la verdad que no tanto, pero con las ganas de experimentar nuevas sensaciones al paladar (nos pasa siempre, elegir es la eterna duda existencial). Mientras tanto nos traen la bebida y un aperitivo: atún "cosido" con cebolleta, ¿mande?, ¿cosido?, marchándose de nuevo sin "sugerir" nada sobre la carta... . Posteriormente descubrimos que era atún cocido con cebolleta, un par de taquitos cocidos con buen sabor (si es bueno, el atún es rico simplemente cocido), pero sin nada destacable.
Finalmente encargamos lo que queríamos pedir, no sin antes estar un tiempo descifrando el porque de la indicación en la carta que puede causar alteraciones gastrointestinales el pez escolar (me gusta más pez estelar, acá conocido como pez mantequilla). Más adelante desciframos un poco más sobre el susodicho individuo marino, y si, nos arriesgamos a pedirlo, aunque personalmente venía de una experiencia gastrointestinal previa que posiblemente se relate por aquí.
Y comienza el espectáculo: de entrante tenemos gyozas de pollo con verduras, soy adicto a ellas y estoy consiguiendo que mi compañero de aventura se aficione cada vez más. Puedo decir y digo sin temor a equivocarme, ¡¡las mejores que he probado en todo Madrid!!. Yoka, comienzas a ganar puntos.
Seguidamente nos sirven el Inari (¿lo cualo?), se trata de una especie de sushi crujiente que si bien no destaca especialmente por su sabor, se aprecia la técnica empleada en su elaboración de la pasta exterior y el buen hacer de la cocina. Vienen acompañados por la bandeja de sushi YokaLoka con 5 piezas de nigiris de atún, salmón, langostino, pez "estelar" y tartar de salmón; 2 piezas recomendación del día (nigiri de lubina ahumada y otro nigiri de "pez blanco" con mahonesa de wasabi). Pez blanco, vaya usted a saber que tipo de pescado era... ; admitamoslo, no nos acordamos del nombre.
Rico, riquísimo, de los mejores que he comido hasta ahora; y sin sufrir ningún tipo de alteración gastrointestinal por el pez escolar. Para saber un poco más sobre éste pescado, el porque de las posibles alteraciones gastrointestinales, de donde viene, y el porqué del uso del mismo, pinchad aquí.
¡¡¡¡Llego el ramen de atún!!!! El aquí "escribidor" descubrió hace tiempo el increíble mundo del ramen, a fin de cuentas es una sopa de verduras con pasta y algún tipo de proteína animal, muy afín a las costumbres de cenas que tenemos en España. Y desde ese momento, me decidí a encontrar el mejor de todo Madrid... , pero no adelantemos los acontecimientos.
¿O si?, ya se ve en la foto, mejor pinta no puede tener, y el sabor, que decir del sabor... , ¡buenisimo! es decir poco. Las verduras en su punto, el caldo con un sabor potente por el atún, la carne de cerdo jugosa, y los tallarines en su punto exacto de cocción, también destacar un par de "albondigas" rellenas de setas con buen sabor. Aquí si tenemos que decir que el resto del personal que nos fue sirviendo los platos, si nos realizaban recomendaciones o nos ayudan a distribuir los platos debido a la falta de espacio, y en este caso nos recomendaron comerlo cuanto antes para que no se pasaran los tallarines. El único pero al platazo de ramen, por poner alguno... una "pastilla" blanca y rosa gomosa, que aún no sabemos que era, sin ningún tipo de sabor, pero que no desmerece en absoluto el conjunto del plato.
Había intención de tomar un postre, pero admitamoslo, los japoneses no terminan de seducirnos; quizá para la próxima ocasión, porque si, ¡¡repetiremos!!
A pesar de la primera impresión por el orden de sentarse, salimos muy contentos con esta visita, tanto por la calidad y el sabor de los platos, como por la relación calidad-precio. Hay que tener en cuenta que se trata de un puesto de mercado, y si sois menos de cuatro, el espacio en barra es bastante reducido, pero compensa lo bueno que esta todo y la amabilidad del personal en general, ¡¡'a pesar de que no dejaran que nos lleváramos el plato del cambio!!!, debería estar incluído en el precio.
Y por cierto, si os estáis preguntando si estaba Yoka... ; no, no estaba Yoka, y eso que íbamos con ganas de conocerla. Y ¿Loka?, si, creemos que si lo esta, loca por lo que hace y como lo hace.
Por cierto, anteriormente lo dejamos caer, tienen otro local donde preparan todo los platos anteriores y muchos más para llevar; además de ofrecer diversos cursos tanto para principiantes como para un nivel más experto.
No lo dudéis, ¡¡¡YokaLoka merece mucho la pena!!!
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